Pasaron 4 años desde el momento en que el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC firmaron el documento ‘Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera’, el cual contenía una agenda temática de 6 puntos, indicando la hoja de ruta que debería seguir el proceso de negociación antes de lograr un acuerdo final. Los puntos de discusión fueron: política de desarrollo agrario integral, participación política, fin del conflicto, solución al problema de las drogas ilícitas, víctimas, e implementación, verificación y refrendación.

 

Este periodo de conversaciones en La Habana estuvo lleno de altibajos que en momentos indicaban la terminación de las negociaciones, se implantaron varias treguas unilaterales por parte del grupo insurgente como muestra de buena fe, al tiempo que el Presidente Santos establecía la suspensión de bombardeos, entre otros gestos, que superaron el malestar generado por hechos como el secuestro de miembros de la fuerza pública, para que finalmente no se diera término a los diálogos.

El texto que contiene el 100% de los acuerdos, anunciado el 24 de agosto de 2016, se compone de los borradores que en las diferentes materias ya se habían pactado, siendo la participación en política y el desarrollo agrario los ítems que fueron resueltos primero. Al día siguiente, 25 de agosto de 2016, este texto fue entregado al Congreso de la República y puesto a disposición de todos los colombianos en diferentes medios, a fin de empezar la pedagogía sobre el tratado que regirá el paso del grupo guerrillero a un movimiento político y su reinserción en la sociedad.

El camino a seguir será el que fue avalado por la Corte Constitucional el 18 de Julio de 2016 mediante la Sentencia C-379, que declaró constitucional la propuesta de realizar un plebiscito especial para refrendar los acuerdos de paz logrados en La Habana. Las características clave de este mecanismo de refrendación, citado para el 2 de octubre de 2016, son: se requiere como mínimo una participación un 13% del censo electoral, 4.5 millones de votos aproximadamente; se compondrá de una sola pregunta para avalar o no los acuerdos; y finalmente una persona que vota NO, no esta en contra de la paz sino en desacuerdo con el proceso escogido de terminación del conflicto.

Así las cosas, de ser refrendado el acuerdo, nuestro gremio espera que la desmovilización y fin del conflicto sea efectivo, que realmente cesen los hechos violentos como son las extorsiones, quemas de vehículos, retenes ilegales, entre otros. Vemos en este momento histórico una enorme oportunidad para el desarrollo económico del país, principalmente el desarrollo turístico, el cual no tendrá el fantasma de la guerra que lo ha acompañado en los últimos 50 años. Los empresarios estamos preparándonos para llegar con más y mejores servicios de transporte a las zonas alejadas del país, pues esta es nuestra manera de contribuir a la integración, desarrollo social y la paz duradera.

ADITT Asociación para el Desarrollo Integral del Transporte Terrestre Intermunicipal / Edición 49 / Julio – Agosto, 2016